Las poblaciones de frontera históricamente han vivido en
aislamiento y retraso, se han visto afectadas por los efectos de la aplicación
de las políticas nacionales, que muchas veces no consideran el tema cultural de
estas poblaciones ni las particularidades de sus territorios, sumándose además
la compleja problemática ambiental, social, económica y productiva de estas zonas.
Pese a las circunstancias que hacen vulnerables a las
poblaciones ubicadas en zonas de frontera, algunas autoridades hacen el
esfuerzo de llevar el desarrollo a sus comunidades. Tal es el caso del Centro
Poblado de Puerto Ene, del distrito de Río Tambo, de la provincia de Satipo en
el departamento de Junín, ubicada exactamente en la frontera de Junín y Cusco (ámbito del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro).
Como en la mayoría de zonas fronterizas, éstas tienen
dificultades en llegar a las capitales de distrito o provincia por su lejanía; como
ejemplo, es más fácil llegar de Puerto Ene a Pichari (Cusco) en aproximadamente
dos horas, en comparación a los viajes de más de un día en bote a San Martin de
Pangoa (Junín), ni hablar si se trata de trámites en educación y salud. Sin
embargo el impulso de la autoridad de
Ene por el desarrollo de su pueblo, ha hecho que la creación de escuelas no se le vaya de las manos. Es así que desde hace
tres años Puerto Ene logró constituirse como Centro Poblado, cuenta con más de
5 anexos, en su mayoría comunidades asháninkas donde existe por lo menos una
escuela.
Muestra de ello fue la celebración del tercer
aniversario de Puerto Ene el 15 de setiembre, donde hubo toda una mezcla de
culturas, idiomas y mucho calor humano; que ha dejado muy en claro que a pesar
de la problemática ambiental, social, económica y productiva de esta zona; la
educación es más importante.
Sino que hablen las fotografías de tantos niños y
jóvenes que desfilaron con la frente en alto, acompañados de sus padres,
docentes y autoridades; llevando el nombre de sus comunidades, demostrándose a sí mismos sus ganas de crecer
y dejando a la visita inquieto a responder ciertas interrogantes: ¿A qué
comunidades pertenecen? ¿Dónde estudian? ¿Cómo son sus escuelas? ¿Quiénes son
sus profesores? ¿Qué les gustaría ser de grandes? ¿Cuáles son sus principales
necesidades? ¿cuáles son sus sueños?, etc.
En su mayoría no cuentan con la infraestructura educativa
adecuada, pero eso no los amilana y están dispuestos a mejorar lo que tienen
con el apoyo del gobierno local, regional o central.
Por lo que vi, son personas comprometidas con su pueblo,
que es la base para cualquier tipo de cambio y cada uno de nosotros necesitamos
ese compromiso, desde el Estado, las autoridades, los profesionales, la población
en su conjunto, los padres e hijos; solo así contribuiremos en el cambio que se
busca para el país.
Son muchas las zonas alejadas y fronterizas en la costa,
sierra y selva peruana que tienen un sin fin de problemas, creo que entre ellas
Ranrapata donde lamentablemente murió una niña en medio de un enfrentamiento. Es
responsabilidad de cada uno de nosotros como ciudadanos tener una posición al
respecto, exigir que se cumpla los compromisos del Estado, pero con el respaldo
de conocer el tema, conocer la realidad y no lanzar críticas ni pedir cosas sin
saber.
Es nuestra responsabilidad como representantes del estado, ayudar y contribuir con el desarrollo de nuestros pueblos y comunidades mas alejadas y mas necesitadas, debemos de poner nuestro mayor esfuerzo y comprometernos con nuestros hermanos que mas lo necesitan, todos somos iguales, tenemos los mismos derechos y deberes.
ResponderEliminarTodos somos Peruanos y muy orgulloso de serlo.