martes, 21 de febrero de 2012

La naturaleza no perdona


Así como en otros lugares del país, la naturaleza se ha ensañado con el VRAE. Hace un año atrás por estas mismas fechas, la localidad de Ccatun Rumi (piedra grande) sufríó los estragos del desborde del río Apurímac, dejándolo casi un pueblo fantasma. Sus pobladores se retiraron por una rehubicación a cargo de la municipalidad de Pichari. Sin embargo algunos se quedaron y esta vez la pasaron muy mal porque el río se llevó todo lo que encontró a su paso.



 
Pero la necesidad puede más, por eso la gente se aventura a cruzar semejante río, sorteando los árboles que lleva con él; tienen que cruzar de Sivia (Ayacucho) a Pichari (Cusco) por este medio, de lo contrario tendrían que hacer un viaje hasta San Francisco (Ayacucho) y cruzar a Kimbiri (Cusco) que ocasionaría más de 1.45 hrs, sin contar con el gasto de pasaje y co las personas que vienen de lugares mucho más alejados.


Ya no hay carreteras y los sembríos de cacao, frutales y maíz, ahora son alimento del agua.



Incluso los más temerosos le piden a Dios que los proteja y los lleve a salvo a sus destinos.


Todos los años sucederá lo mismo, quién sabe cómo será el próximo o tal vés como decian las mamitas en el carro "chay chacrakunaqa mayupa purisqampim y lliutam apanqa" (las chacras están por donde alguna vez pasó el río, y volverá a su cauce llevándose todo)



















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